domingo, noviembre 27, 2005

De como buscamos la felicidad

Queremos compañeros, a traves de las propias palabras de Fernando Hermosilla, recordarlo hoy a un año de su partida:
Fernando Hermosilla !Hasta la felicidad siempre¡

" .... De como buscamos la felicidad, de como construimos verdades, de payasos-soles y lunas, de fantasías secuestradas, de padres e hijos ausentes, de la maravillosa aventura de ir por la vida aprendiendo y enseñando...."

Con la infinita pequeñez de saberse parte de un pensamiento y sentimiento mayor me atrevo a escribir estas líneas, como aporte al sano y siempre necesario debate, acerca de como acercarnos a lo nuestro, que es ayudar a crecer y desarrollarse a los niños y jóvenes que hoy ocupan el rol de alumnos.

No cabe duda que el esfuerzo que todos los trabajadores del establecimiento desarrollamos es francamente digno de todo elogio; el compromiso y la responsabilidad con que enfrentamos el trabajo es notable. En consecuencia no esta en discusión si nos dedicamos o no a lo esencial.

No menos cierto resulta el esfuerzo académico, laboral y social de todos y todas que de quienes trabajamos en este crisol de humanidad...por tanto tampoco esta en discusión el capital humano con que se contamos.

La sola presencia de más de un millar de niños y jóvenes que de alguna manera, quizás hasta ingenua, intenta y escapar de su realidad de carencias materiales y escasas posibilidades de hacer realidad el simple anhelo de ser felices, buscando este estado en medio de la mas plena diversidad, su sola presencia es un hecho indicativo en extremo potente que nos entregan, ellos se han unido a este esfuerzo de aprender para enseñar y enseñarse un camino que les permita alcanzar felicidades preñadas de libertad.

Los esfuerzos, la capacidad y la voluntad por parte de los agentes educativos internos están, existen son pues nuestro patrimonio que requiere ser bien administrado.

¿Que nos atrapa?, nuestras historias y realidades. Desde los trabajadores hace mucho que se viene alojando entre nosotros la desconfianza y la diferencia., ella nos atomiza y nos conduce a autocategorizarnos en buenos y malos trabajadores, en función de los logros alcanzados, primer error, acá no existe el mal trabajador, pues todos entregamos lo mejor de nosotros, para con nuestro oficio de constructores de sueños y esperanzas.

La obtención de logros cognitivos y conductuales tienen que ver, de una parte con los métodos y estilos (metodología y pedagogía ) de la cual damos cuenta y de la pertinencia y relevancia del currículo, en tanto plan de estudio y contenidos. De otra parte esta la historia y la realidad de nuestros alumnos. Al respecto el diagnostico todos lo compartimos, avanzar entonces en la búsqueda de verdades para construir aproximaciones teórico- practicas para hacernos mas ciertos en nuestra tarea, tiene que ver primero por construir colectivamente una cierta mirada del fenómeno, desde lo cierto, lo real. que no es otra cosa que nuestros alumnos y su realidad y solo desde allí ,de esa vereda intentar llevarlos a otra realidad teórica ( los valores, las expectativas ,la autoestima, las adhesiones ,el sentido de autoridad, la aceptación de sus potencialidades y su historia y la propia posibilidad de transformarla, etc.)

Al mismo tiempo resulta esencial entender que somos sujeto y objeto de nuestra propia historia, que también se construye desde nuestros alumnos, de allí que mucho de ello es nuestro y desde esa relación dialéctica debe arrancar nuestra mirada, somos parte del fenómeno y no podemos eludir ser parte de la propia transformación de esta realidad. La violencia consustancial a las relaciones humanas requiere ser organizada para el beneficio humano.

Desde el grito docente, desde la fatiga de vivir y sufrir las mas diversas injusticias, desde el acotado mundo de la pobreza, desde la delincuencia, la droga y el alcoholismo, desde la cesantía. En fin desde la perversa rutina de ser pobre y la marginación social en todas sus dimensiones, solo desde allí debemos escribir en nuestras conciencias y corazones un nuevo código común entre todos los actores educativos, basta de entregar verdades, basta de entregar respuestas enseñadas por pontificadotes, de cómo se debe vivir.

Es necesario ametrallar las desconfianza entre nosotros y el potencial desarrollo de los alumnos, resulta esencial el clima organizacional tanto dentro de la escuela como dentro de la sala, este debe apuntar a que verdaderamente estamos entre iguales, en la sala todos aprendemos por tanto todos enseñamos, de allí que la tarea es la búsqueda y construcción de verdades en conjunto.

La resolución de los conflictos tiene que ver con entender primero, que la violencia es un código de normalidad para nuestros alumnos al igual que para el conjunto de los trabajadores, vivimos en un sistema cuya esencia es violenta, tanto en su forma y fondo.

Pareciera ser que el esfuerzo de domesticar la violencia termina siendo un esfuerzo inútil y contraproducente, de allí que lo verdaderamente pedagógico es identificar las causas que generan la violencia y paralelamente buscar los canales que direccionen la expresión de las conductas violentas de tal manera, que esta no dañe ni deforme los procesos socializadores en el medio.

La frustración resulta ser un factor recurrente en cualquier análisis, como uno de los elementos generadores de violencia. En nuestras sociedades de carácter capitalista, particularmente en nuestra Patria, modelo neoliberal para América Latina, la frustración en el campo de los trabajadores es un elemento constitutivo de la formación individual y colectiva.

La propia relación entre los trabajadores de la educación es una muestra clara de cuan violento somos; descalificadores, pontificadores, atomizadores, bastaría preguntar a quienes laboran junto a nosotros que opinión tienen de los maestros y de nuestra formas de relacionarnos con ellos. No pocos nos juzgan como actores abusadores en el uso de la autoridad dependiendo de la relación de poder que se tenga entre el profesor y el requerido.

Nuestros alumnos, del mismo sector social que nosotros, obviamente han de padecer nuestros mismos males, con menos educación formal, por tanto menos ciudadanizados, sus mecanismos de resolución de conflictos tienden a ser de violencia explicita...verbal, física, etc., no media en muchos de ellos, un canal que haga socialmente aceptable las expresiones de violencia humana. Complica aun mas, el hecho de estar expuestos cotidiana y permanente a todas las características de la marginación propia de los sectores de mayor vulnerabilidad social (carencias materiales- lacras sociales- acceso real a la educación y salud de calidad - alto desempleo - empleo precario - etc.) Unido a la lógica patronal de concebir a todo individuo como un ser productor y consumidor. Cada uno de estos elementos son generadores de frustración y por ende de construcción y expresión de violencia. Compartir un diagnostico acerca de las causas resulta esencial para de allí buscar colectivamente los mecanismos de canalización de la frustración.

En lo personal la violencia proveniente de la injusticia social ,no es posible erradicarla en este modelo de acumulación capitalista, por tanto la escuela como institución ; de una parte espejo de la realidad y elemento transformador de ella por otro, tiene la obligación de aceptarla primero como parte de la realidad y segundo crear mecanismo no de abolición de la misma, sino de canalización de ella. Esta construcción de canales, debiera a mi juicio, suponer en primer termino la compresión teórica de las causas de la misma ( la frustración ) y en segundo lugar la generación de espacios colectivos e individuales de creación humana en un el marco de una lógica en oposición al actual modelo, es decir creación liberadora desde un proyecto propio que asuma nuestra realidad construyendo vidas e historias propias y reales en oposición a lo actual que son ajenas y virtuales. talleres, actividades al aire libre, actividad lúdica, clima en el aula fraterno y de igualdad, normativa basada en el derecho y no en el deber, comprensión real que en el proceso de enseñanza- aprendizaje todos los actores educativos enseñamos y aprendemos durante el desarrollo del mismo.

La propia escuela carece de una impronta que pernee el currículo y la practica pedagógica, es menester construir colectivamente aquello que nos identifique y esta búsqueda de una verdad identificadora tiene mucho que ver con las esperanzas y anhelos de la comunidad y los propios, de allí que esta caracterización esencial de nuestro liceo debiera surgir fundamentalmente del cotidiano interactuar con la comunidad el cual es necesario potenciar y dinamizar....la extensión que el liceo realiza hacia la comunidad tanto en el plano académico como laboral es escaso o por lo menos insuficiente, y según mi propia percepción es necesario abordar, desde la mirada propia, desbordando la legalidad si así fuere necesario. Frente a problemas extremos, soluciones extremas, finalmente nadie hará por nosotros lo que nosotros no somos capaces de hacer por nosotros mismo.


DESDE LA GALAXIA (Puntoceroche)


!Solo confiamos en nosotros: en los trabajadores!

1 comentario:

Anónimo dijo...

La idea compañero es que sigamos lo mas posible por aqui para seguir luchando con los pobres del campo y la ciudad.